domingo, 18 de junio de 2017

Asercomunica

LOS MANDALAS, ALGO MÁS QUE ADORNOS



Los mandalas se han convertido en un fenómeno que atrae a niños a mayores. Sus colores y sus formas geométricas han irrumpido como una moda, aunque cabe decir que sus orígenes son más antiguos de lo que nos pueda parecer observando la explotación comercial que están experimentando.

Los mandalas aparecen en la India. Su nombre procede del sánscrito y viene a significar rueda o círculo. Ello explica el porqué de esa forma tan característica y conocida que tiene, aunque bien es cierto que actualmente los podemos encontrar con formas geométricas de todo tipo.

Para los monjes budistas los mandalas han servido también a lo largo de los siglos como ayuda en el proceso de la meditación. Entienden que concentrar la mente en la realización de mandalas promueve la conexión entre el creador o dibujante y la divinidad, una conexión única y especial que tiene como objetivo el desarrollo personal.

¿Qué significado tienen sus formas? Son algo más que círculos y figuras geométricas: poseen un significado el cual parece ser un poderoso aliado tanto en meditación como sanación.

El contenido espiritual es un aspecto que se encuentra inmerso en los mandalas y se basa en la búsqueda de un equilibrio a nivel energético y una transformación personal a través de la meditación.

El círculo significa el verdadero Yo, nuestra más genuina seguridad. El triángulo es la vitalidad y la transformación. El cuadrado aporta el punto de estabilidad. La estrella simboliza la espiritualidad. En el pentágono se representan los elementos tierra, agua y fuego. La cruz aporta seguridad en la toma de decisiones. La espiral referencia las energías con carácter curativo. Y el corazón está relacionado con la felicidad.

Y los colores, ¿qué significado tienen?
Rojo: Sensualidad
Naranja: Energía
Gris: Paciencia, calma
Rosado: Dulzura
Plateado: Capacidades con carácter psíquico
Blanco: Purificación.
Amarillo: Simpatía
Dorado: Sabiduría
Negro: Tristeza, misterio
Azul: Sinceridad
Morado: Contemplación
Todo un mundo el de los mandalas. Para concluir decir que pintar o dibujar mandalas nos puede servir como terapia. Sugerente, ¿verdad?




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